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10 Competencias claves del emprendedor

Transformando vidas

Sin lugar a dudas el emprendimiento es el protagonista de hoy. En muchos casos, la tan mencionada pandemia, fue el empujón para movilizar a ejecutar ideas, iniciativas y proyectos empresariales que habían quedado rezagados por alguna razón.

Es hoy, cuando se requiere información de valor, práctica y precisa que lleve al emprendimiento a una posición interesante para el mercado, y al emprendedor a ser competente para su proyecto. Es por eso que, en éste artículo, pretendo compartir diez competencias claves, que a mi parecer, deben fortalecer al líder de cualquier iniciativa empresarial. Y digo fortalecer, porque toda habilidad, competencia o destreza se entrena para potenciarlas y lograr grandes resultados.

Así que, bienvenidos todos aquellos que deciden sumergirse en el mundo del emprendimiento. Aquí les va pues, una guía para alcanzar sus metas:

1. Confianza.

Es la que proyecta seguridad en tus capacidades, en tu equipo, en tu idea. Confiar en ti, es la primera competencia que debes fortalecer si quieres que todo salga bien. Aquí es muy importante verte al espejo y preguntarte, ¿qué pienso de mí?, ¿qué pienso de mi propuesta? y empezar a plantear conscientemente afirmaciones positivas como respuestas a esas preguntas. Una de las características de un pitch exitoso es dar por hecho lo que se hará para proyectar esa seguridad y confianza.

2. Paciencia y disciplina:

Posiblemente no verás resultados desde el primer día y tal vez en meses. Tendrás altibajos y periodos de incertidumbre, por lo que en esos momentos estas competencias te salvarán. Si trabajas con planeación y con objetivos concretos, los resultados llegarán, debes saber esperar.

3. Gestión del tiempo:

Una de las características de la disciplina, es saber manejar el tiempo. Sin embargo, para muchos, se convierte en un combate permanente con la procrastinación. Esa que te lleva a aplazar asuntos importantes que debes gestionar para lograr objetivos. Generalmente, lo que procrastinas, es lo que no te gusta hacer. Cuando esto ocurra, pregúntate: ¿Qué sentido tiene esa actividad?, cuándo hay un propósito, es más fácil motivarte para su ejecución. Algo te está desconectando y es momento de cuestionarte. Es importante también gestionar el tiempo del equipo. Para eso se debe tener objetivos claros, respaldados por un plan de acción concreto, con actividades prioritarias para que el equipo ejecute con mayor asertividad. Muy a menudo, observo equipos de trabajo que no tienen claridad de su rol, el objetivo de su labor ni de sus entregables. Es por eso, que en ésta competencia, el emprendedor debe compartir con su equipo la planeación estratégica, y la labor que cada uno tiene en ella para conectar, cohesionar, trabajar en equipo y gestionar el tiempo de manera adecuada.

4. Comunicar de forma fluida y eficaz:

Un emprendedor, requiere tener la capacidad de expresar de manera clara sus ideas, de tal manera que sean entendidas con facilidad y pueda dirigir, persuadir y negociar con mayor facilidad.

5. Tener capacidad de adaptación:

Indiscutiblemente, esta es una competencia vital en el mundo de hoy. Si algo nos ha enseñado este 2020, es la gran necesidad de fortalecer esta competencia no solo como emprendedores, sino como seres humanos. Está comprobado que los negocios que han sobrevivido a éstas circunstancias, en un gran porcentaje es por esa capacidad de adaptación de manera ágil a los cambios de un entorno complejo. Para desarrollar esta competencia, es necesario trabajar en el desapego y la aceptación. Desapego a eso que pudo haber sido y no fue, o de ese pasado que se añora o al futuro que aún es incierto, al punto de desconectarse con el presente. Un emprendedor que sabe leer su entorno de hoy, aceptando todos sus matices, está un paso más delante de sus pares, y le permite fluir con las circunstancias. Pues éstas no nos determinan, lo que nos determina es la actitud que adoptamos para enfrentarlas.

6. Valorar el fracaso:

Si, así como lo lees. Se debe aprender a sistematizar experiencias para aprender de ellas. No solo es tener resiliencia con los errores, es analizar esos contratiempos para plantear una mejora continua. Sólo si se falla, se evoluciona. Pues si todo marcha sin contratiempo alguno por bastante tiempo, quiere decir que aún te falta asumir riesgos para dar saltos significativos que lleven al emprendimiento a un punto cada vez más elevado. A veces es más importante tener claridad de lo que no funciona, hasta que funcione. “No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla” Thomas Edison.

7. Motivar a los que te rodean:

Desarrolla la habilidad de contagiar tu entusiasmo y ganas de progresar a todos los que te rodean. Serás además de un imán de buena energía, un influenciador para tu equipo, que necesita inyección de motivación por parte de su líder.

8. Relacionarse con otras personas:

Cuando decides emprender, es claro que deberás relacionarte con una amplia variedad de personas, por lo tanto, debes fortalecer la competencia de hacerlo asertivamente sin excepción. No sabes en que momento y con quién puedes cerrar negocios, lograr una alianza interesante o abrir puertas a oportunidades valiosas para tu negocio. Debes potencializar tus relaciones interpersonales. En ésta competencia te recomiendo hacer parte de procesos asociativos de tu sector, que te permitan estar siempre a la vanguardia de las tendencias que te competen. Pertenecer a gremios, interesarte por participar en iniciativas de apoyo a emprendimiento del ecosistema de tu región, para conocer y relacionarte con actores representativos y así lograr valor compartido. Hazte visible.

9. Ser humilde:

Es claro que como emprendedor, tienes mucho conocimiento de tu propuesta, sin embargo esta competencia te hará crecer de una manera excepcional. Cuando entiendes que no tienes todas las respuestas, que a veces debes admitir ante tu equipo si es necesario tus propios errores (sin atentar contra tu autoridad), sorprende el respaldo y compromiso que eso desata. No se puede subestimar la opinión de nadie, pues no sabes de donde llegará un aporte valioso. Aprende a escuchar sin ánimo a defenderte, simplemente para entender el mensaje del otro. Celebra los logros de los demás y reconoce los aciertos de tu equipo.

10. Hacer actos de bondad:

Los actos de bondad nos forma, nos nutre, nos hace sentir al otro, es la herramienta para pasar de competir a cooperar, nos saca del individualismo para co-crear, nos enfoca a la solución de problemáticas superiores, nos da sabiduría a la hora de tomar decisiones generando valor compartido. Nos da la habilidad y la competencia para liderar, gerenciar, orientar y lograr el estado ideal que aspiramos.